viernes, 4 de enero de 2008

FRÁGIL

El patito feo y el príncipe


España, 2004.
Director: Juanma Bajo Ulloa.
Producción: Juanma Bajo Ulloa.
Guión: Catalina Gilabert.
Fotografía: Unax Mendía.
Música: Bingen Mendizábal.
Montaje: Pablo Blanco.
Duración: 112 minutos.
Intérpretes: Muriel (Venus), Julio Perillán (David), Inma Colomer (Rita), María Bazán (Abi), Lidia Navarro (Isabel), Violaine Estérez (Chloe), Paula Pizzi (Francesca), Silvia Segovia (Marta), Bibiana Schönhöfer (María), John G. Rubin (Felix), David Christophersen (Nicholas), Paul Black (Thorwald).
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Publicado en La Semana, 20/4/2005.
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Ocho años después de que Juanma Bajo Ulloa estrenara su última película (la insufrible Airbag), el director vasco se pone de nuevo tras las cámaras, recuperando su estilo, su trayectoria previa a la cinta mencionada, y tratando de nuevo, en cierto modo, claro, un cuento de hadas. Y es que, es innegable que Frágil está mucho más cerca de sus primeras obras (Alas de mariposa y La madre muerta) que de Airbag, realizada simplemente para obtener beneficios.
Venus es una joven que se ha criado en la montaña, sin su madre (muerta en el parto), la única presencia humana es la de su padre, hombre hosco y parco en palabras, y la visita ocasional de algún vecino. La chica crece con el recuerdo de un niño que años atrás le dijo que la querría para siempre. Cuando el padre fallece, la ingenua Venus decide partir en busca de su sueño, de su príncipe azul, al que encontrará en David, un pedante actor joven que está a las puertas de convertirse en estrella. Venus consigue entrar a trabajar en la mansión de éste como jardinera. Pero la bondad y fragilidad de Venus, que no sabe de relaciones con las personas, de la vida en la ciudad, y la ‘envidia’ de las demás asistentas del hogar, la llevarán a la sentirse una mierda, a la anorexia, mientras su amado juega con ella, manteniendo una relación con la exuberante actriz con la que rueda su próxima película.
Bajo Ulloa realiza aquí una arriesgada propuesta, un salto al vacío sin red, en el que, salvo por algunos momentos que aburren ligeramente, sale victorioso. La cinta, que se ha realizado con un presupuesto exiguo, tiene uno de sus puntos fuertes en la acertada elección de la puesta en escena, muy de cuento de hadas (el patito feo, la chica regordeta y feucha que busca a su príncipe azul, que vive en un castillo, y que tiene unas criadas -las ‘hermanas’ de Venus- que la envidian (al menos en principio), y el ambiente de edad media, con príncipes, caballeros, etc., presentes en la historia que están rodando en la película), y por la elección de los intérpretes, desconocidos casi en su totalidad, que dan la frescura que esta película necesita (en especial, la actriz sevillana Muriel, protagonista indiscutible de la cinta).
Pero la historia de amor, el cuento de hadas, no es todo lo que Frágil nos cuenta. Una parte fundamental del argumento es la recreación de un turbio mundo del cine, unos actores, productores, directores... que van de estrellas, que consumen drogas a mansalva, es decir, algunos tópicos ya vistos en multitud de cintas y que aquí, son el contrapunto al mundo de ilusiones en el que vive Venus.
Frágil es una cinta que fascina, es una original y muy arriesgada propuesta, no tanto por lo que se cuenta si no por cómo se cuenta, lejos de convencionalismos de los que ya estamos más que hastiados, y con un final radical, y poco esperado.

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